Amigas y amigos, el día de hoy les dejamos el comentario y análisis de las noticias del 11 al 18 de agosto de 1973 a cargo de la Docente e Investigadora Pamela Olivares Felice.

Del 12 de agosto al 18 de agosto de 1973, se ve claramente en el diario El Heraldo de Linares, cómo se construye la propaganda anti gobierno, anti marxista, a 1 mes del golpe militar del 11 de septiembre.

Veamos cómo se construye este relato y se prepara al lector para que entienda la necesidad de un golpe militar.

La situación en que vive entonces el país es relatada desde la victimización de los transportistas, víctimas del gobierno que no cumple los acuerdos pactados y se ven obligados a seguir con el paro nacional. La defensa de los sindicatos de los transportistas que tienen al país paralizado, se expresa mostrando una situación de injusticia, del no respeto a sus derechos por parte del gobierno. También se realiza al no elegir artículos o entrevistas que dan otra opinión o una opinión contraria. Tampoco aparecen personalidades de la política nacional o regional que dan otra opinión sobre la situación. Sin embargo, diputados, es decir representantes del poder político a nivel nacional como regidores de la Municipalidad, tienen espacio en el diario para dar su apoyo y defender a los transportistas. Tenemos aquí una visión unívoca. Todas las opiniones a favor o bien los apoyos a los transportistas se expresan en estas páginas. No hay opinión distinta. 

A eso, se contrapone una imagen de un gobierno que no ayuda a los transportistas, sin embargo, aquel se jacta de tener el segundo modelo más eficiente de seguridad social después de la Unión Soviética. La crítica está soslayada puesto que el gobierno es capaz de apoyar a gente «humilde» y no logra responder a una crisis de envergadura nacional. 

Estas páginas aparecen como propaganda pro golpe, colocando la sociedad civil y los estamentos del poder económico, social y militar en un primer plano, saliendo a la defensa de los transportistas y condenando de manera implícita al gobierno.

Los transportistas aparecen como víctimas. El comercio «sufre» también. Son atacados, sufren violencia, están «afectados». Varios personajes aparecen en su defensa:

En segunda línea, está la mujer, como una madre que defiende su hogar o su familia: realizan una huelga en la Moneda «para acceder a la petición de sus maridos», se toman las radios locales para «defender la democracia». Aparecen como decididas y valientes: «un digno ejemplo» para la nación. 

«Distintos sindicatos se suman y apoyan el paro», IANSA, «pequeños agricultores», los 4 gremios camioneros, taxistas, taxibuses y microbuseros, hablando de «gremios libres y democráticos que vencerán al marxismo». 

Personajes de la política nacional (diputados en visita), representantes del poder político local (intendentes) dan su apoyo al paro, desde la institucionalidad. 

Aparecen 2 poderes importantes unidos al paro: la iglesia católica y la armada.

La iglesia católica está presente apoyando misas en apoyo al sindicato de transportistas, uniendo fuerzas para encontrar una «buena salida» al conflicto. El día 18 de agosto aparecen 2 fotos importantes del poder local: un obispo y el director de la Escuela de Artillería de Linares. La imagen de «orden moral» y de «seguridad» aparecen acompañando un título al medio de la página : «vecinos … piden solución».

La posibilidad de un golpe militar está desde ya implícitamente expresada. » No se trata de emplear métodos totalitarios para poder darle una salida a este conflicto», dice un representante de los transportistas, (Diario El Heraldo, 12-08-1973). 

Pamela Olivares Felice